La peor noche de mi vida (continuación de primera parte)

Jesús de Veracruz... No pensé que algún día sería escuchado (más bien leído) y que a más de una persona le fuera a interesar la primera parte de mi lastimera historia ya hace tiempo publicada. Tuve que regresar a leer de nuevo la entrada para continuar donde me había quedado, y al hacerlo me hizo recordar de nuevo incluso cosas que ya estaba olvidando. Entonces, ya en el autobús rumbo a Londres, donde iba a encontrarme con mi amiga y por fin sentirme acompañado y reconfortado un poco, muchas cosas pasaban por mi mente y recordaba esos momentos de pesadilla que justo acababa de pasar, los cuales seguramente los sentí mucho más intensos debido al momento susceptible y sensible en el que me encontraba. Al hacerlo, recordaba también otras cosas pasadas de nuestra ex-relación, y que inevitablemente sólo venían malos recuerdos, quizá porque al final me di cuenta que todo el tiempo tuve una banda en los ojos, o simplemente no quería o aceptaba creer las cosas que ella hacía. Al menos me siento con la libertad de juzgar por lo que ella me demostró y no por las cosas que la gente me decía tantas veces anteriormente acerca de ella. Por un tiempo dudaba mucho y pensaba que mis conclusiones podrían ser exageradas, y creía que no podría existir alguien que fuera e hiciera cosas tan horribles a alguien. Mucho menos a alguien con quien se viven tantas cosas juntos. Creo que a veces creo mucho en la gente, sin embargo no quiero dejar de seguir creyendo sólo por esta amarga experiencia. Recordaba cuando intenté resolver nuestras diferencias y de aclarar mis dudas un día anterior, cuando llegué a su ciudad, Nottingham, aún con todo el esfuerzo y sacrificio que me tomó haber viajado hasta allá y haberme tragado mi orgullo y dignidad. Simplemente no podía regresar a México sin sacarme esa enorme espina que no dejaba de lastimarme. Y lastima mucho más porque en su momento lo intenté todo, lo entregué todo, siempre pensaba en cómo sorprenderla, cómo hacerla sonreír, la veía como alguien muy valioso, lo que me hacía esforzarme mucho constantemente. Pensé que la amaba, pensé que la conocía. Sin embargo todo fue en vano. Nunca me dio el derecho de ser escuchado y de escuchar razones. Recordé cuando ella solía decir que nunca se equivoca, y que odia cuando no tiene razón. Quizá es por ello que no quería hablar para no aceptar ninguna culpabilidad o error, pensaba. Todos cometemos equivocaciones, y yo le perdoné muchas veces sus errores y traiciones, pero fue muy decepcionante que ella nunca se disculpara, y cuando digo nunca, fue todo lo que nuestra relación duró. Entonces me resigné no por falta de fuerza, sino porque sentí que simplemente ya no valía la pena y por eso viajaba en el autobús alejándome de ese lugar, de ella, de la decepción tan grande del amigo de ella, que en su momento se hacía llamar mi amigo y yo lo consideraba también como tal, y después le propondría hacer un 'swinger' con ella y otra pareja, y que me daba largas tantas veces cobardemente cuando le pregunté si era cierto eso que ella me dijo de él, y al final hasta me insultó pero por email y no de frente el muy cobarde.
Nunca me había arrepentido de algo en mi vida, y en ese momento sentí que fue la segunda vez que lo estaba. Ahora comprendo que aprendí de todo eso, y aunque al final siento que no me arrepiento, sí que me siento muy avergonzado de haber andado con una chica así y conmigo mismo y mi dignidad. Por fin llegué a Londres, y, puesto que mi amiga Vicky me acababa de avisar que no me podía recibir de inmediato, busqué un hostal. Encontré uno a no mal precio en internet. Sólo quería descansar y guarecerme del frío de inmediato. Salí del café internet, pero por tantas cosas que tenía en mi cabeza olvidé que se maneja en Inglaterra del otro lado. Miré hacia el lado equivocado, crucé pensando que no venía nadie y un auto me aventó. Realmente no me lastimó grave, pero algunas cosas que traía en mi mochila se rompieron incluyendo mi laptop... damn! Al fin, sucio y cojeando, llegué al hostal. El encargado, rumano, era amable y amigable y me dejó quedarme en el lobby mientras era hora de que podía pasar a un cuarto. Parecía que las cosas mejoraban, estaría ahí mientras Vicky me daba luz verde para ir a su apartamento, incluso una amiga con la que viajaba pero que se encontraba en otro sitio iba a llegar a Londres ese mismo día pero más tarde, y por supuesto me daría mucho gusto verla, pero entonces poco después me tocó conocer al dueño, un irlandés racista hijo de puta. De inmediato me preguntó, casi gritando si yo estaba hospedado ahí, que si no me fuera. Luego me preguntó de dónde era, y al decirle que soy mexicano hizo una expresión incómoda y algo sarcástica. Le comenté que una amiga mexicana iba a llegar pronto, y me dijo que a ella le cobraría más. Le pregunté el motivo y sólo dijo que porque sería más tarde, que si yo tenía algún problema con eso. Pinche imbécil, nada profesional la manera de tratar a sus huéspedes... En resumen, después de dos días, Vicky me pospuso tres veces más la ida a su depa! Nunca me dijo por qué, pero mi dinero ya se me estaba agotando al 100% y estaba desesperado. Por fin llegó el día en que sí iría con ella, pero hasta la noche me podía recibir. Dejé el hostal a las 11:00 am, y quedé de pasar por mi amiga (la otra mexicana con la que viajaba) al hostal en la tarde. Cuando llegué sólo me senté en una silla en la entrada del mismo a esperar a que bajara de su alcoba. El dueño estaba ahí y me preguntó si había pagado por estar ahí, y cuando le dije que no, que sólo esperaba a mi amiga, me corrió del lugar. Le dije que afuera estaba nevando, hacía muchísimo frío y ya estaba por bajar mi amiga, pero no le importó y me echó. En eso mi amiga estaba bajando y nos fuimos. Le dije al dueño que escribiría su pésimo trato en la página de recomendaciones en internet, y por supuesto, le daría puntos malos de recomendación a su hostal (por cierto, se llama "Phoenix"). Salimos y poco después me alcanzó, pensé que se iba a disculpar, pero sólo me preguntó si realmente iba a hacer eso y me amenazó. Pensé que me iba a golpear por su expresión, pero sólo le dije que sí lo haría e incluso añadiría eso último que hizo. Se me quedó viendo encabronadísimo, como el clásico estereotipo de irlandés malhumorado y peleonero. Salí con mi amiga y después nos separamos. Esperé un poco más a que diera la hora en que podía llegar al apartamento de Vicky y vagué un poco por la ciudad. El frío, como mencionaba anteriormente, era verdaderamente horrible e insoportable. Desde ese entonces odio realmente esos climas, además por traerme tan malos recuerdos... Por fin dió la hora y llegué puntual a su puerta. Toqué y mi amiga abrió un poco de prisa, y lo primero que me dijo al verme fue: "Javo, ahora sí luces como un verdadero mexicano!" después de verme flaco por mal comer, con mala apariencia, triste y con barba y bigote. De inmediato subió corriendo las escaleras para continuar viendo una película que veía con un amigo suyo. Esperaba quizá un mejor recibimiento después de tanto tiempo y quizá un poco de plática, pero estaba bien después de todo. Mientras veían la película saqué unos chocolates con cuidado que venía guardando desde hace tiempo en mi viaje y que había comprado en Bélgica para ella y sus compañeros de apartamento. Los cuidé de que no se rompieran ni que alguien se los comiera todo ese tiempo (ni siquiera yo a pesar del hambre que tenía), e imaginaba que les gustarían mucho y los harían felices a ellos, pero creo que los vieron sólo como botana y se los comieron de inmediato mientras continuaban con su película. Creo que no los vieron realmente. Me entristeció un poquito pero pensé que sólo estaba yo sensible, que no era para tanto. Dentro de mí tenía muchas ganas de platicar de lo que sentía, de desahogarme un poco con ella puesto que ella también conocía a mi exnovia. Creo que nunca había sentido tanta necesidad de platicar con alguien como aquella vez. Cuando la película terminó, eso fue lo que traté de hacer, pero creo que no tuve mucho éxito, incluso sentía que me culpaba de cosas y a ella la apoyaba. No hablé más, no creí que ella era la persona adecuada al final y me quedé con todo eso que me agobiaba tanto dentro de mí, incluso después que regresé a México. Quizá es por ello que escribí esto en este blog, nunca he sido muy bueno para hablar de estas cosas, me pongo sentimental y no quería sonar como alguien ardido, aunque creo que así soné después de todo... qué lastimero!

2 comentarios:

  1. Que pasión con Cristo y los apóstoles jilipollin, no manches no me había dado cuenta que ya tenias posteado la segunda parte y eso que yo andaba surrando el palo que ya quería leer la segunda parte de tu tragedia... Pues primero que nada disculpa por hacerte recordar la mala experiencia que viviste pero pues tu sabes que cuando algo es bueno o te identificas en algo;
    te da por saber que más sigue... Pues lo bueno que todo esto ya está superado (si verdad?), como anteriormente te había comentado mi experiencia con la frijolera que me mando al catre, pues encuentro varias coincidencias con tu caso o nose si sea mi falta de comunicación con otros machines a cerca de problemas con la novia... Nada más que yo si soy bien cerrado cuando ando emo, a veces en lugar de platicar con alguien para desahogarme un poco prefiero tragarme mis problemas o será que no le tengo la suficiente confianza
    a alguien para desahogarme un poco; (creo que necesito ayuda profesional en estos casos osea un psicólogo) pero nose tampoco les tengo confianza...
    Bueno pues espero andes bien de todo brother y pues hay que seguir adelante... Aquí seguimos... Saludos!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi estimado Ckobain, sus comentarios son siempre bien recibidos y disculpa que tarde tanto en responderte éste o que a veces ni responda, mi cabeza anda en muchos lados... Con respecto a tu experiencia o situaciones amorosas, a veces es bueno hacer este tipo de cosas, como desfogarse en un blog o al menos en una simple libreta, si es que te resulta difícil contarle a personas. Pienso que en general nosotros los vatos somos así. Pero eso sí, no hay que guardarse ni reprimirse esos sentimientos, es una lumbre que te quema desde adentro si no la sacas a apagarse. Saludos bro!

      Eliminar